Guadalupe Ramírez-Wilber Góchez
Foto: Wendy Fuentes y Antonio Herrera
La Palabra Universitaria
Periodista, conductora, productora, locutora y voz oficial de emisoras radiales de República Dominicana, Diulka Cristina Pérez habló con La Palabra Universitaria acerca de sus vivencias en el mundo del periodismo, trabajo que hoy por hoy es una de sus principales pasiones.
La periodista, quien se destaca en el plano internacional como corresponsal en su país de la prestigiosa cadena de noticias estadounidense CNN y directora de noticias Tele Antillas, ha logrado catapultarse como una de las más destacadas y referente para muchos espacios de análisis, discusión y reflexión en distintas esferas académicas de América Latina.
Uno de esos espacios es el Congreso internacional de medios de comunicación y televisión que desarrolló en El Salvador la Universidad Tecnológica (UTEC), en el que la experta dominicana compartió con académicos, estudiantes y comunicadores la magistral conferencia El riesgo de cubrir noticias de violencia en Iberoamérica
Proveniente de El Mamey de Villa Mella, Santo Domingo norte, República Dominicana, “La Mulata”, como cariñosamente le llaman sus amigos, tuvo sus ideales bien claros y desde un principio nunca dudó de sus gustos por el periodismo para llegar a ser una intermediaria entre los sectores pobres con los de poder, los cuales la llevaron a optar por la carrera de periodismo.
¿Qué le motivo a ser periodista?
Yo soy de una zona muy pobre de la República Dominicana y siempre vi que el nexo que tenían esas zonas alejadas, esas zonas pobres con los lugares de las tomas de decisiones, dígase el gobierno, eran los periodistas. Solo ellos podían llevarle a las autoridades los problemas que surgían en esos lugares tan lejos, entonces desde ahí nunca tuve duda de que quería ser periodista.
Desde niña quiero ser periodista y quiero mostrarles lo que está pasando en mi pueblo y la verdad que nunca me entretuve, siempre fui directo a lo que quería, nunca tuve duda, en mi cabeza nunca hubo ningún pensamiento en ningún momento quise ser médico, para nada, siempre quise ser periodista y es por el nexo y la necesidad que tienen los lugares vulnerables de estar relacionados con la gente en la toma de decisiones, es decir, el necesitado con en el que puede resolverlo.
¿Cuál ha sido el trabajo periodístico más trascendental que ha tenido?
La cobertura del terremoto de Haití. Ha sido la catástrofe más grande que nos ha tocado en la región y me tocó estar ahí desde el primer momento hasta prácticamente hoy en día que voy a menudo para ver cómo están las cosas, si se ha reconstruido, si se ha hecho algún cambio político y, sobre todo, la cantidad de víctimas, la cantidad de personas afectadas, el impacto que produjo en el país y en el mundo. Pienso que ha sido la cobertura más trascendental de la que he participado.
¿Qué obstáculos ha encontrado para desarrollar su función periodística?
Hay muchos obstáculos desde que tu comienzas el periodismo hasta que decides retirarte, el mayor de ellos es el poco acceso a la información, cuando en casos de corrupción se trata y el miedo a la censura y a la auto censura, porque al final nuestros medios son propiedad de grupos económicos que tienen intereses en la sociedad, que tienen compromisos políticos y económicos, entonces yo pienso que esas son de las mayores dificultades que nos encontramos todos los periodistas para poder estructurar las historias y hacer lo que queremos hacer.
Reportaje sobre temas relacionados a la droga, porque cuando tomas el tema de la droga tocas intereses de grupos que tu no conoces, que no sabes cuáles son sus ramificaciones y no sabes cuáles van a ser las consecuencias de publicar una información que les pueda perjudicar, por ejemplo, se puede causar su extradición hacia Estados Unidos.
Aunque la extradición ha cambiado mucho su naturaleza ya no es un elemento de terror para los narcotraficantes, pero es de terror para los periodistas, porque con las negociaciones que se dan ahora mismo con el tema de la extradición, los narcotraficantes regresan a su lugar de operación y lo hacen con su dinero y, los periodistas, seguimos ahí sin la protección, sin ningún tipo de esquema que nos proteja, entonces es como si las cosas estuvieran involucionando en cierto sentido.
¿Qué se siente al cubrir una nota de esa naturaleza?
En principio se siente un poquito de miedo pero ya cuando estas en el escenario ya te das cuenta que ya estas metida, hay que buscar la información a como de lugar, pero sabemos que es un riesgo y, por ejemplo cuando comienzas a tener familia comienzas a recogerte un poco porque el riesgo no solo te cubre a ti, a lo mejor estas anestesiada y piensas que te puede alcanzar un tiro en una huelga, en una protesta, un narcotraficante puede tomar represalias contra ti, pero cuando tienes un hijo ya comienzas a pensarlo que no quieres que ellos también corran riesgos.
¿Existe el riesgo de verse psicológicamente afectado para cubrir notas de este tipo?
Siempre existe el riesgo, no solamente cuando cubres notas de violencia, de criminalidad, también cuando cubres desastres naturales. Nosotros por ejemplo, los que estuvimos cubriendo el terremoto de Haití, tuvimos que ir a terapia para sacar recuerdos dolorosos, para sacar esa imagen de una niña llorando después de 8 días debajo de los escombros, es decir, son cosas que te marcan que te traumatizan y si no las canalizas como deben ser, esas historias pueden que te marquen para toda la vida.
¿Qué es lo que recuerda con más emotividad de todo su trabajo periodístico realizado hasta hoy?
Cuando le cambiamos la vida a una persona; por ejemplo en mi país hay gente necesitada, hay gente que se le descubre un cáncer pero no tiene con qué combatirlo, a veces tú haces la diferencia entre la vida y la muerte.
Por ejemplo una de las historias que más me ha marcado es una mujer que estaba amenazada de muerte (en mi país hay mucho feminicidio) y ella estaba amenazada por su marido, yo tuve que intervenir y tomarlo casi que como un tema personal porque las autoridades no le hacían caso, las autoridades la tenían expuesta a su verdugo; mientras nosotros no tomamos el caso las autoridades no le pusieron la atención debida.
Esa persona fue a la cárcel, esa mujer logró salvar su vida pero sobre todo logró que las autoridades y la ley hagan justicia con su caso. A ella le correspondían dos apartamentos de cuatro que tenían con su marido y la justicia impartió lo que tenía que hacer, impartió justicia. Por ejemplo les digo a las mujeres, miren cuando se sientan amenazadas si las autoridades no hacen lo que tienen que hacer vengan donde nosotros; ahí tú dices: pude salvar una vida que a lo mejor mañana estuviéramos dando la noticia lamentable y sumándola a las estadísticas.
¿Qué es lo mejor que tiene el periodismo para usted?
La satisfacción del deber cumplido, saber que puedes hacer mucho por otras personas, saber que puedes hacer cosas por comunidades, saber que puedes hacer cosas por tu país y, sobre todo, ver ese rostro humano en la gente y darle ese toque más humano a las historia, eso nos da mucha satisfacción.
Por último, les dejó un mensaje a todos los jóvenes estudiantes de las ramas de la comunicación a que luchen por culminar su carrera y sean buenos profesionales en el área que sea.